¿Qué impulsa la diferencia?
Retrato del Dr. Otto Chabikuli (a través de FHI 360)
El Dr. Otto Chabikuli, Director de Salud Global, Población y Nutrición de FHI 360, ha estado inmerso en el lanzamiento de la vacuna COVID y habló con Knowledge SUCCESS sobre lo que hay detrás de estas diferencias regionales. El Dr. Chabikuli señala que una combinación compleja de factores, incluida la falta de financiación, la capacidad de fabricación global limitada, el compromiso político débil, el estado de preparación para una pandemia, la capacidad logística y de la cadena de suministro, y la aceptación y vacilación de la vacuna, contribuye a las diferencias en el desempeño de la implementación, que ofrecen lecciones vitales para la comunidad de planificación familiar y salud reproductiva.
“Dado que hay un conjunto limitado de recursos, los países inevitablemente cambiarán los recursos críticos necesarios para una campaña de vacunación masiva exitosa, especialmente los trabajadores de la salud y los [recursos] de logística y cadena de suministro, lejos de los servicios básicos considerados no urgentes, como la atención primaria. Atención médica y planificación familiar/salud reproductiva”, dice el Dr. Chabikuli. Esto ocurriría en un contexto de aproximadamente 49 millones de mujeres que ya pueden tener una necesidad insatisfecha de anticoncepción debido a los desafíos relacionados con la respuesta al COVID-19, lo que conduciría a 15 millones de embarazos no deseados adicionales según datos publicados por el Instituto Guttmacher. Dado que sabemos que la vacunación será un esfuerzo de varios años, el Dr. Chabikuli predice que el costo acumulativo de la interrupción continua de los servicios básicos durante muchos años será inaceptablemente alto si no se mitiga.
“Al saber de antemano que los recursos se destinarán a apoyar la implementación de vacunas y que los servicios básicos pueden verse interrumpidos, los países deben incorporar medidas de mitigación proactivas para proteger a los más vulnerables”, aconseja el Dr. Chabikuli. “Es importante que adoptemos una planificación integrada de recursos desde el principio para limitar o minimizar la interrupción de los servicios vitales de planificación familiar/salud reproductiva a medida que los recursos se movilicen y dediquen con urgencia al lanzamiento de la vacuna COVID-19”. Una revisión oportuna de las políticas y pautas para incluir intervenciones de mitigación, según corresponda, como dispensar productos básicos de planificación familiar para varios meses para reducir la necesidad de que los pacientes acudan a las clínicas para recargar y brindar servicios, consultas y educación en línea, es importante para dichos esfuerzos de mitigación.