Los jóvenes enfrentan enormes desafíos y necesidades en términos de un mejor acceso a la información y atención en salud sexual y reproductiva. Nuestras necesidades siguen siendo en gran parte insatisfechas. El peso de la tradición y las costumbres, así como el costo de los métodos anticonceptivos, que siempre es alto para los jóvenes, son grandes obstáculos que afectan el acceso a la planificación familiar y la salud reproductiva.
Otro obstáculo al que nos enfrentamos es la calidad de la atención. Cuando vamos a los centros de salud, no somos bien recibidos por los proveedores de salud y, muchas veces, somos objeto de juicios por parte de ellos. No es alentador. Empuja a los jóvenes a quedarse en casa, no a ir a donde hay ayuda disponible. Se preguntan cómo hacer lo correcto, o incluso qué hacer.
Y, por último, lo que sigue siendo una gran dificultad para nosotros es que nuestros padres no nos hablan de sexualidad. Puede haber una falta de conocimiento de muchos aspectos de la salud sexual y reproductiva. Estos temas siguen siendo tabú en nuestra sociedad debido a las normas sociales. Y, sin embargo, es a esta edad cuando realmente necesitamos estar informados, tener conocimiento de los aspectos relacionados.