Las experiencias y preferencias de los usuarios de anticonceptivos abarcan una amplia gama a nivel mundial y, en ocasiones, representan opiniones y actitudes inesperadas. Una revisión de alcance reciente realizada por Chelsea Polis y colegas (2018) encontró que (1) las preferencias relacionadas con frecuencias de sangrado no estándar, como la amenorrea, varían ampliamente entre países y se consideran negativas en algunos estudios y positivas en otros; (2) los CIMC son una de las principales razones de falta de uso, insatisfacción o interrupción del uso de anticonceptivos; y (3) los usuarios a menudo relacionan los CIMC con riesgos para la salud y los clasifican como efectos secundarios.
Desde que se llevó a cabo esta revisión, se han recopilado datos adicionales sobre las experiencias de los usuarios en una variedad de entornos, incluso durante estudios complementarios a los ensayos clínicos de anticonceptivos y durante grandes encuestas nacionales/internacionales. Por ejemplo, Amelia Mackenzie compartió los resultados de la investigación FHI 360 realizada recientemente: (1) los perfiles de sangrado varían ampliamente y dependen del método y del usuario; (2) el asesoramiento constante, completo y claro es una vía para aumentar el conocimiento de los cambios menstruales, pero no se proporciona ampliamente; y (3) los usuarios perciben diferentes tipos de CIMC de manera diferente según una variedad de factores, incluido el contexto. Además, Simon Kibira informó que los investigadores en Uganda combinaron una variedad de tipos de datos (nacionales/internacionales, clínicos y cualitativos) para examinar las preferencias y actitudes de los usuarios con respecto a los CIMC y encontraron que (1) los cambios en el sangrado son un desafío para muchas mujeres y tener consecuencias, incluidas implicaciones psicológicas y financieras, así como la interrupción del uso de anticonceptivos, y (2) es importante considerar los efectos secundarios específicos individualmente y en diversos entornos sociales, económicos y culturales. En general, se necesita más investigación sobre las experiencias de los usuarios, pero hasta ahora se ha demostrado que los CIMC tienen consecuencias y las preferencias dependen en gran medida del contexto.