La propiedad de teléfonos, el acceso a Internet y la presencia en las redes sociales relativamente más bajos significan que las mujeres ya tienen opciones limitadas para acceder y compartir información relacionada con su salud. El problema solo se agrava cuando esta barrera se cruza con otros factores, que incluyen:
- Ingreso.
- Geografía.
- Niveles de educación.
El acceso digital limitado se tradujo en barreras para acceder a la información sobre planificación familiar. Por ejemplo, Onyinye Edeh, fundador de la Iniciativa de Empoderamiento de Niñas Suficientemente Fuertes, observa que, trabajando en Nigeria, es posible que sus padres prohíban a las niñas más jóvenes usar las redes sociales. Esto hace que se pierdan información y conocimientos importantes relacionados con la planificación familiar, entre otros temas.
La brecha digital de género refuerza aún más inequidad en la gestión del conocimiento para la salud global. Las propias plataformas digitales reflejan sesgos de género: los hombres son los principales interesados en su desarrollo y diseño. Las mujeres no están necesariamente destinadas a ser el usuario objetivo. Esto, combinado con los obstáculos para acceder a estas plataformas, puede tener un efecto de bola de nieve que perpetúe la brecha. La brecha digital de género se extiende a través de muchos campos y poblaciones, lo que plantea un serio desafío para los diseñadores e implementadores de programas.
La brecha digital de género y COVID-19: ¿Qué significa esto para el acceso a la información y los servicios de planificación familiar?
Si bien muchos programas de planificación familiar ya habían adoptado la tecnología digital para respaldar algunas tareas de prestación de servicios, como el asesoramiento, el seguimiento y la remisión, este cambio se aceleró durante la pandemia de COVID-19. ¿Los tomadores de decisiones están considerando las brechas en el acceso y uso de las tecnologías digitales a medida que continúa este cambio? Los investigadores y profesionales de mHealth con los que hablamos advirtieron que los programas, las políticas y las adaptaciones generales de COVID-19 pueden hacer más para abordar la brecha digital de género. Por ejemplo, una adaptación común es Líneas directas telefónicas para discutir las opciones de planificación familiar con un consejero., pero ¿esas líneas directas son accesibles para las mujeres rurales? ¿Por mujeres que no tienen mucha formación sobre cómo usar un teléfono móvil? ¿Por mujeres cuyos maridos controlan el uso de su teléfono? Estas son preguntas importantes en las que debemos pensar al implementar una adaptación digital.
Innovaciones en salud digital servirá mejor a los clientes y proveedores de apoyo solo si se toman medidas para garantizar la equidad en la implementación. Reconocer cómo su programa de planificación familiar puede integrar conceptos y estrategias con equidad de género ayudará a disminuir los efectos de exclusión de la brecha digital de género.