¿Cuál es el contexto?
La necesidad de una transformación fundamental en nuestros sistemas de salud nunca ha sido más evidente. El mundo ya se enfrenta a una escasez de 13 millones de trabajadores de la salud. Ahora, en el contexto de COVID-19, nuestras dependencias de una fuerza laboral de salud sobrecargada se ponen de manifiesto, exigiendo soluciones creativas, urgentes y difíciles.
Se les pide a las personas que se mantengan alejadas de los puntos críticos de COVID-19, como hospitales y clínicas, que usen la telemedicina o las líneas directas donde existan, que se autodiagnostiquen utilizando pautas de síntomas y que se automediquen. La atención preventiva y curativa se empujan juntas, ambas igualmente importantes, ambas con el desafío de ser entregadas en conjunto. En todo el mundo, millones se ofrecieron como voluntarios casi de la noche a la mañana para apoyar la continuidad de los servicios de salud, con médicos saliendo de la jubilación y otros prestando su experiencia y trabajo no clínico. A nivel individual, comunitario y del sistema de salud, estamos presenciando una transformación repentina en la forma en que las personas usan y organizan la atención médica.
[ss_click_to_tweet tweet=”Para COVID-19, el autocuidado requiere un conjunto de interacciones cuidadosamente coreografiadas entre los trabajadores de la salud y las personas para permitir que las personas tomen un mayor control sobre su atención médica”. contenido =”Para el COVID-19, el autocuidado requiere un conjunto cuidadosamente coreografiado de interacciones entre los trabajadores de la salud y las personas para que las personas puedan tener un mayor control sobre su atención médica.”estilo =”predeterminado”]
A medida que el COVID-19 pasó de brote a epidemia y ahora a pandemia, y con la gran posibilidad de que durante los próximos 18 meses veamos brotes episódicos de COVID-19, una necesidad inmediata, y una transformación potencialmente duradera del sistema de salud, será aprender qué servicios y la información se puede proporcionar con menos dependencia de los trabajadores de la salud.
Estas medidas son para proteger a los heroicos trabajadores de la salud de primera línea, pero también para garantizar que se pueda brindar la atención médica más efectiva a escala. En este contexto, el autocuidado no solo está ocurriendo, sino que rápidamente se ha convertido en una respuesta crítica en la respuesta del sistema de salud al COVID-19.
¿Qué es el autocuidado?
Para los no iniciados, el La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el autocuidado como "la capacidad de las personas, familias y comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica,” y añadir en publicaciones posteriores que “Las intervenciones de autocuidado se encuentran entre los nuevos enfoques más prometedores y emocionantes para mejorar la salud y el bienestar, tanto desde la perspectiva de los sistemas de salud como para las personas que utilizan estas intervenciones”.