“Proporcionamos condones, píldoras, inyectables, los educamos sobre el uso de perlas de luna. O, a las que ya dieron a luz, les contamos [sobre] el uso de la lactancia materna para la planificación familiar, y la iniciativa tiene mucha demanda”, dijo Tumusiime. Los métodos anticonceptivos indígenas, como la lactancia materna y la abstinencia periódica, han demostrado ser populares y, a menudo, se adoptan más fácilmente.
Los adolescentes son el objetivo principal, pero Tumusiime dijo que el proyecto también involucra a otros grupos de edad, siempre que acudan a los servicios cuando el equipo está en su área. “No rechazamos a ninguna madre que acude a nuestros servicios a pesar de que nos enfocamos en la juventud adolescente con la misión estratégica de frenar el embarazo adolescente que ha sido destructivo para la vida educativa de las jóvenes en la región”. Agregó que su objetivo es empoderar a la comunidad para que sienta los beneficios del conocimiento sobre salud reproductiva. Esto les permite planificar para sus futuros hijos, en lugar de ser futuros padres estresados que no pueden satisfacer las necesidades básicas de sus hijos.
Beneficios de los jóvenes que acceden a los anticonceptivos
Tumusiime también explicó por qué es importante hacer anticonceptivos accesibles a la comunidad en su conjunto.
Para los adolescentes, el acceso a anticonceptivos les permite tomar decisiones informadas en el matrimonio y evitar las presiones asociadas con el embarazo. Ayuda a alejar a la comunidad en general de las cargas asociadas con los bajos recursos y la dependencia. Por ejemplo, las jóvenes que quedan embarazadas pueden convertirse en una carga para sus padres. A menudo, la niña abandona la escuela y el niño puede ser procesado, especialmente si la niña es menor de 18 años. Esto perpetúa una generación joven estresada.
Tumusiime también agregó que muchas jóvenes se someten a procedimientos de aborto inseguros debido al conocimiento limitado de la salud reproductiva, lo que puede provocar complicaciones o incluso la muerte. Por lo tanto, la iniciativa está empoderando a los jóvenes sobre la salud reproductiva en su conjunto.
Según Tumusiime, es más fácil para el gobierno brindar servicios públicos de calidad, como educación y salud, en comunidades donde los hogares practican la planificación familiar.
“Entonces, nuestra gente también necesita saber que el acceso a los anticonceptivos es muy importante porque [reduce] la lucha por los servicios públicos, así como [la presión sobre] el medio ambiente”, agregó Tumusiime.
Han pasado cinco años desde el inicio de Gulu Light Outreach. A pesar de la resistencia de algunos tradicionalistas radicales y grupos religiosos, el proyecto ha registrado a más de 17.691 jóvenes.