La capacitación debe modificarse en función de la combinación de métodos del país o programa y requiere de cinco a seis horas. Es interactivo, con evaluaciones de conocimientos previas y posteriores a la capacitación, debates grupales, presentaciones y juegos de roles.
Las trabajadoras sexuales pueden carecer de tiempo o recursos para acceder a los servicios de salud. Es posible que tengan que viajar para encontrar trabajo o que hayan sufrido discriminación por parte de los proveedores. Tener un lugar para obtener información y asesoramiento de alta calidad puede facilitarles la tarea de cuidado de acceso.
La amplia adopción de los conjuntos de herramientas por parte de los programas de VIH se traducirá en una mejor salud y calidad de vida para las mujeres a las que llegan, explicó Rose Wilcher, Directora de Gestión del Conocimiento e Intervenciones Estructurales de la División de VIH de FHI 360.
“Las necesidades de prevención del VIH y del embarazo de las mujeres, especialmente las trabajadoras sexuales, están inextricablemente vinculadas”, dijo. “Las mujeres quieren información y servicios de salud sexual y reproductiva completamente integrados que satisfagan sus necesidades y cumplan con sus derechos. Estas herramientas están diseñadas para ayudar a los proveedores, desde trabajadores comunitarios de extensión comunitaria hasta médicos de centros de salud, a hacer precisamente eso”.